Según el contexto puede tener varias interpretaciones. Para empezar, el verbo puede provenir de chulo en su acepción de bello, bien compuesto, o de rufián, proxeneta, o de arrogante, jactancioso, ... y el prefijo a- no necesariamente es negativo, a veces puede consolidar la formación del verbo.
"En algunos casos la diferencia la da un pronombre, por lo que no sería lo mismo achular que achularse, como no es lo mismo enchular que enchularse."